COVID-19 ha tenido un gran impacto emocional y económico en el mundo en los últimos meses. El liderazgo de la División Norteamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (NAD, por sus siglas en inglés) está profundamente preocupado por el impacto de la pandemia en sus miembros, iglesias y otras entidades misionales. Con actitud de oración, la intención de la NAD es evaluar todas las opciones que puedan estar disponibles para sostener la misión de la iglesia.
Recientemente, el Congreso de los Estados Unidos promulgó dos proyectos de ley destinados a proporcionar a los estadounidenses ayuda económica a corto plazo en forma de la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) y la Ley Familias Primero de Respuesta al Coronavirus (FFCRA, por sus siglas en inglés). Estas leyes brindan cobertura obligatoria para los empleados directamente afectados por COVID-19 en las áreas de licencia por enfermedad remunerada y cuidado de niños, lo cual la iglesia apoya plenamente.
Ambas leyes también pondrían a disposición fondos para ayudar con los gastos de nómina. Esto incluye fondos que podrían ser utilizados por empleadores con menos de 500 empleados para mantener sus operaciones en funcionamiento. Las instituciones religiosas fueron reconocidas en esta legislación como participantes elegibles en estos programas.
Después de la aprobación de estas leyes, rápidamente surgieron preguntas sobre las posibles implicaciones para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. ¿La aceptación de estos fondos serviría para desdibujar la línea de separación históricamente establecida entre la iglesia y el estado? ¿La participación en CARES o FFCRA abriría la puerta a una posible intrusión del gobierno en la misión y el ministerio de la iglesia?
Las funciones administrativas, legales y de recursos humanos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día han evaluado estos programas disponibles con mucho cuidado. Se consideró cuidadosamente la necesidad de equilibrar las necesidades potenciales de las iglesias, las escuelas y las oficinas administrativas con los consejos duraderos que fueron dados a la iglesia sobre las relaciones entre la iglesia y el estado.
El liderazgo de la División Norteamericana, en consulta con los líderes de sus nueve uniones, ha recomendado que las entidades eclesiásticas se abstengan de participar en partes de estos programas que brindan asistencia financiera directa a la iglesia. Ellos piden a los líderes de la iglesia de toda la división que consideren con espíritu de oración tanto la profecía y los principios bíblicos, así como las advertencias duraderas de la iglesia sobre la mezcla de la iglesia y el estado antes de obtener la ayuda del gobierno. Se puede leer una copia de la guía de la NAD sobre este tema aquí.
Esta guía no debe desanimar a los miembros individuales de recibir asistencia del gobierno en sus vidas personales o profesionales.
Los líderes de la NAD quisieran alentar a sus miembros y compañeros líderes de la iglesia a recordar que Dios está con la iglesia durante estos tiempos difíciles. Ellos están comprometidos a ayudar a satisfacer las necesidades del campo local para que continúe la misión de difundir el Evangelio a todas las personas en el territorio de la NAD. "Continuaremos evaluando la situación con COVID-19 y a medida que la realidad del impacto en la iglesia se vuelva más evidente, haremos todo lo posible para apoyar financieramente a la iglesia", dijo Randy Robinson, el tesorero de la NAD durante la discusión con los líderes de la iglesia. "La iglesia podrá continuar su misión."
"Al unirnos en este momento de necesidad, la iglesia avanzará en misión," declaró el presidente de la NAD, Daniel R. Jackson. "Estamos escuchando historias de las increíbles maneras en que nuestros miembros se están uniendo para apoyar el trabajo de primera línea en la lucha contra COVID-19. El liderazgo de la NAD está asombrado por el impacto que nuestros miembros están teniendo en sus comunidades locales. También nos conmueven las historias de nuestros miembros que encuentran maneras creativas de continuar apoyando financieramente la misión de la iglesia."
Jackson agregó: "Queremos que nuestros miembros y compañeros líderes de la iglesia sepan que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar a la iglesia en todos los niveles, para que todos podamos seguir esforzándonos por cumplir con la Comisión del Evangelio: 'Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén' (Mateo 28:19-20, RVR 1960)."
— Este artículo fue traducido del inglés; haga clic aquí para acceder al original.